viernes, mayo 27, 2011

Amor eterno


La espuma en su piel se veía con pequeños reflejos de colores, sí, cómo si fueran burbujas con colores ocultos. Olía a canela, a frutas del bosque, y su boca…su boca sabía al vino que llevaba en su mano derecha. Movía su copa de forma circular, haciendo mover todo líquido de color vinotinto. El vino era fino, no hacía ver falta ver la etiqueta, tan solo poder sentir su olor y ver su movimiento, yo ya lo sabía. Ella me miraba con ojos sensuales, mientras su boca recibía el fino cristal. Mi cuerpo estaba caliente, no veía la hora que toda el agua de esa bañera que se hacía cada vez más pequeña para mí, comenzara a hervir. Sus piernas se movían, tratando de quedar encima de los bordes de la bañera. La música que sonaba de fondo, iba transportarme a una película, de esas que siempre deseas estar; con una chica guapa, a la que desees besar, con una chica a quién poderle hacer el amor cariñosamente con olores excitantes. Y allí estaba ella, mirándome y esperando a que yo diera ese primer paso. Estaba hablando, y yo no podía entender nada, estaba totalmente hipnotizado con su belleza. Ella lo sabía, y se veía que le hacía gracia. Soltó su copa de vino, y se sumergió en el agua. Con un suspiro solté el aire retenido, y apareció ante mí, como una diosa. ¿Cómo podía ser posible, que después de cinco años de casados aún sintiera lo mismo que cuando la conocí? Mi cuerpo seguía sintiendo esas cosas fascinantes, estaba seguro que ese, era mi amor sin fin. Nosotros nos amábamos y nos deseábamos. No teníamos secretos, rara vez nos preocupábamos en pensar que haríamos en unos años, porque pasara lo que pasara siempre estaríamos juntos.



martes, mayo 24, 2011

Contigo siempre




¿Qué son los segundos?,

No son nada a tu lado.
Los dulces a comparación con tus besos,
Son para diabéticos…

Tus besos son más dulces,
Por supuesto.

Atravesaré un mar por ti,
Para tocar tus labios con los míos,
Para tener una vida,
Para tener una vida contigo.

Los puentes se construyen,
¿No los ves amor?
Se levantan a lo alto,
Iluminados con pequeños faroles.

Un camino por construir,
Y sonrisas, canciones,
Amor, mucho amor,
Para un viaje de sólo nosotros dos.




sábado, mayo 21, 2011

¿Juegas?

-          Lárgate de aquí, ¡no vuelvas más!- Chloé gritaba como nunca lo había hecho.- ¡¿Es esto lo que quieres?! ¿Enamorarme con rosas arrancadas de mi jardín, cortándoles la vida por mí? No seas idiota, porque eso apesta…
Charlie la miraba sonriendo parado al lado de la puerta de la habitación.- No me lo puedo creer Chloé, no me amas. – Charlie dio tres pasos y se sentó al borde de la cama arreglada por sábanas azules.- Me gritas, como nunca lo habías hecho.

-          ¿Acaso nos conocemos? Has entrado en mi casa como un ladrón ¡Y ahora estás en mi cama! – Chloé soltó una carcajada.
-          Pero… ¿Te ríes? ¿Qué es lo que te hace tanta gracia?
-          Mírame bien joven. A una dama no se le puede expiar y conmigo lo tienes grave, estoy casada, ¿lo  vez? – Chloé le mostró a Charlie el anillo, y él se frotó su mano, mano que llevaba un anillo que deslumbraba y por el cuál sentía gran amor. – Y veo que tú también estás casado.
-          Esto toca la realidad.- Charlie la miró con su mirada de ataque.- Ven aquí muñeca, no te resistas a darme lo que quiero de ti. – Se levantó, dio cuatro pasos y se puso al frente de Chloé.
-          No me digas ahora que eres un vampiro y quieres mi sangre.- Chloé saltó a una silla y se alejó otra vez de Charlie, juegos en una habitación pequeña, pero ella sabía como escaparse de él, su alma juguetona estaba en su interior.
-          ¡No saques eso ahora! No soy un vampiro… - Charlie corrió detrás de ella.
-          ¡Basta, basta! Fin de juego. – Chloé sonrío, y Charlie sintió como alumbraba su corazón.- Eres buen actor, hasta me creí que me harías algo escalofriante.
-          ¿Cómo beber tu sangre?- Charlie sonrío y le cogió las manos.- Tus juegos me hacen reír. Pero tendrás que aprender a actuar mejor.
-          Dime lo que querías de mi joven intruso.- Chloé lo miró seriamente, pero con una sonrisa torcida retenida, estaba allí, otra vez había dado vuelta de hoja a la realidad.
-          Quiero un Te amo, y un beso que me robe el aliento Señorita Chloé Loix.

jueves, mayo 19, 2011

Susurros


                  -      Lo siento, no puedes salir.

-          ¿Pero de qué hablas?- Violeta se dejó caer al suelo, soltando un largo suspiro. Su vestido color caoba escondió sus blancos pies. Estaba allí encerrada y no podría salir. – Por favor, te lo pido Libertad, haría lo que fuera por salir de acá. – Sus ojos le dolían, pero no sabía muy bien que era llorar, por lo tanto ninguna lágrima asomó por sus ojos violetas.

       La tarde cayó, y no se volvió a escuchar ningún ruido procedente del exterior. Ella estaba entre sábanas que se burlaban de su desgracia, entre paredes que hablaban a sus espaldas. "Tengo que salir de aquí"  pensó. Pero no sabía las consecuencias que tenía al estar tantos años sin estar expuesta al sol. Su piel era tan fina y delicada como la seda y tan blanca y fría como un copo de nieve. Su voz entrecortada por el frío de sus entrañas comenzó a cantar, cantándole a Libertad, siempre lo hacía. A libertad le encantaba el sonido dulce del timbre de su voz. Pero esta vez no estaba ella, no había nadie excepto las traviesas ratas que se comían las sobras de su comida. 

............................................................



Quiero dar las gracias a Biblioteca romance por esta maravillosa plantilla que ha hecho para mi blog. ¡Muchísimas gracias!.




martes, mayo 17, 2011

Violeta


Violeta dormía en una habitación blanca sin ventanas, apenas tenía el poco aire que entraba por debajo de la puerta. No salía, no veía el sol, sólo sonreía a un rincón de su habitación. Tocaba canciones con un tenedor haciéndolo sonar en un tazón. Su cabello era del color del oro y sus ojos para hacer honor a su nombre eran de un color violeta. Nadie sabía por qué era diferente, nadie sabía por qué no salía ni por qué su habitación no tenía ventanas. Desde pequeña le tenía miedo a las personas y los animales eran su única compañía. Como niña salvaje vivía, pero en verdad era muy dulce. Los días pasaban y ella cambiaba. Ya era mayor, tenía otras curiosidades. Sus vestidos largos y sus corsés, ya salían de su armario. Daba el paso de niña a mujer. Ya le preocupaba no tener luz, porque creía vivir en un infierno. Nadie le ponía cuidado, ya por loca la daban, nadie la escuchaba, cuando ella en un ahogo gritaba. ¿Por qué no la sacaban si ella había gritado basta?

-          No grites más mi niña, de aquí no saldrás.- Su voz le sonó conocida, era ella… la misma que había estado a su lado durante los dieciocho años de vida, la misma que la bañaba, que la vestía.
-          Libertad, ¿estás ahí?

sábado, mayo 14, 2011

Te quiero papá.


Hoy canta una estrellita,
En lo alto del cielo,
Eres tú mi bello ángel,
El que vigila mis sueños.

Eres tú luz fosforescente,
El que me habla en sueños,
Aunque a veces me despierte llorando,
Por la realidad de éstos.

Te quiero,
Aunque nunca haya tenido,
La oportunidad de decírtelo.

Aquí tienes tu hija,
Ya crecida, ya abriéndose paso,
Por la vida.

Nunca lo he dicho,
Y ahora quiero hacértelo saber,
Te quiero papá.

----------

Haz clic en la foto, si te interesan los concursos de relatos cortos (concurso de lluvia y prejuicios)


viernes, mayo 13, 2011

Y ahí estaba ella


Y ahí estaba ella, sentada al borde de una piscina vacía. Sus pies se movían débilmente. Su cuerpo sentía como el aire iba invadiendo partes de su cuerpo, y como alcanzaba a rozar partes no visibles, partes cubiertas por esa diminuta ropa de elástica que cubría su cuerpo. Aún seguía dándole vueltas a sus problemas, pequeñas historias, posibles soluciones que no tenían orden alguno, que simplemente la incordiaban sin querer solucionar nada. Sus ojos le comenzaron a picar, pequeñas lágrimas se estaba abriendo camino. Con sus manos se impulsó para delante y cayó al agua fría, más fría de lo que ella se imaginaba. Cerró los ojos, y  se dejó hundir. – Uno, dos…- Comenzó a contar mentalmente. Sus ojos lloraron, aunque nadie lo notaría ni siquiera ella. Tenía rabia, se sentía triste, pero allí estaba, llorando debajo del agua y olvidándose que tiene que respirar. Alguien se tiró y la cogió sin decir nada. Ella comenzó a toser y a mover sus piernas como loca.

-          ¿Pero quién demonios eres? ¡Suéltame! – Dijo Melinda con una voz ahogada. – Oh, no.- Al abrir los ojos ya sabía perfectamente quién era esa persona…
-          ¿Qué querías? ¿Suicidarte en una piscina pública? – Alexander la estiró al borde de la piscina – Respira venga. Aspira…
-          No digas estupideces. – Melinda hizo un intento de levantarse, pero todo a su alrededor le dio vueltas. – Estoy bien, ha sido por tu culpa. Me sacaste muy deprisa.
-          Ya, sí claro, como digas.
-          Dime que trabajas aquí y no es porque me estés persiguiendo. – Melinda le lanzó su mirada más agresiva.
-          Trabajo aquí. Por cierto, no me has dicho tu nombre. Y…. ¿Por qué despareciste


Nota de la autora: Publico de nuevo la entrada de ayer, porque ha sido borrada por los problemas del blogger.Gracias por leerme :)

martes, mayo 10, 2011

Sonrisas


Sonrisas que llegan sin avisar, por un recuerdo, por un olor. Esa imagen de un rostro, ese tono de voz que nos altera todos los sentidos. Esa risa, esa mirada que baja a la altura de los talones, esas manos que se buscan, entrelazados dedos deseando que los toquen. Y ahí está, un sol adornando la ciudad, proporcionando calor, pero nada con el que él te da. Risas que salen por pensar en él, por un recuerdo que se cuela en tu mente, buscando una pizca de emoción. Esas ganas de llamarlo, de darle un beso en los labios, de decirle que lo amas y que has pensado en él. Que una sonrisa te ha hecho parecer tonta a mitad de calle y que tu corazón late y latirá con fuerza por siempre, por él.

lunes, mayo 09, 2011

Y ahora, Paulina no respondía.


Y ahora, Paulina no respondía. El aire le faltaba y las ganas de llorar no las podía contener. Ya había acabado el peor día de su vida con diferencias, había sido el día en que su corazón había quedado empeñado en cualquier lugar de mala muerte, su corazón se había ido, a emborracharse y a olvidarse lo que era sentir dolor. Sus ojos estaban hinchados, sus mejillas rojas, y su frente tenía dilatada una vena por la fuerza que hacía al llorar. Sus manos temblaban, como trozos de papel, no blanco, reciclado. Nunca nadie la había hecho ilusionar, nunca nadie la había hecho levantarse del suelo con un beso. Palabras, eso había sido. Palabras que se había llevado el fuerte viento de la primavera, huellas en la arena que habían sido borradas. Como una piedra en forma de corazón camuflada entre lodo. Ahora ella prometía no volverse a enamorar, y no perdonarle jamás. Pero aunque sabía que su corazón por más que se ajuntaran las piezas que lo formaban nunca volvería a estar completo, sabía, que la promesa de no enamorarse más, era una simple palabra, que al fin y al cabo, también se la lleva el viento.

domingo, mayo 08, 2011

Feliz día mamá


La vida es una cadena; nacemos, nos reproducimos y morimos. Pero sin embargo hay algo que no cambia, las mujeres van desarrollando su instinto maternal y su necesidad de tener una familia. Primero se enamoran y se casan, pero siempre está ese algo que nos  impulsa a pensar en niños, en pequeños angelitos que un día iluminarán nuestras vidas. Y llega el gran día, estás preparada y comienza a jugar el tiempo a tu favor, y los ciclos de la luna favorecen en ocasiones, según creencias. Nace niño o niña, y es la gran alegría. Ahora además de mujer se convierte en madre. 9 meses que son los más maravillosos, según me has contado tú mamá. 9 meses en los cuales pensabas en cómo iban a ser mis deditos, el tamaño de mis piececitos, el color de mis ojos, y haciendo votaciones entre bromas para ver a quién se parece el niño/a. Primer llanto del bebé, y saltan las lágrimas de felicidad de una madre que ya en ese momento declara al cielo su gran amor hacía su hijo y apoyo constante hacía él/ella. Luego llegan las primeras palabras, ese juego constante en la cama tratando de que el pequeño angelito diga aunque sea mamá. No es por ser egoístas, pero casi siempre esa es  la palabra que dicen más pronto. Y así pasan los años, y el amor de madre no para de crecer, de estar orgulloso de ellos, de preocuparse por lo hacen o dejan de hacer. Muchas veces cuando vamos creciendo no comprendemos algunos comportamientos, o su exageración por preocuparse por nosotros (sus hijos) pero tienen sus razones, razones que cuando crezcamos seguro que las entenderemos. Así con estas palabras un poco agrupadas, y con muchos saltos, y huecos por el medio, quiero decir Feliz día mamá. Feliz día a ti mujer maravillosa que me has traído al mundo, perdona todo lo malo. Sabes que te quiero, imposible no quererte, siempre has estado allí, incluso cuando nadie más me veía. Te quiero, te quiero. Tu hija. 

sábado, mayo 07, 2011

Otra vez las lágrimas la despiertan


Otra vez las lágrimas la despiertan, otra vez la misma pesadilla. Las sábanas mojadas de gotas de sudor, y sus ojos empañados por las lágrimas saladas. Iluminó con su móvil su habitación, las 4.00 am marcaba en la pantalla. Se sentó en la cama y dobló sus rodillas abrazándolas con sus manos. Tenía miedo, temblaba de frío, y tenía sed. Tuvo la tentación de llamarlo, pero sabía que no era lo correcto. Se vistió con la ropa que se había puesto el día anterior, y se puso a mirar por la ventana. La luna acechaba la noche, vigilando a los mortales, y restregaba su inmortalidad aparente.  Ella sin embargo allí, recibiendo el viento frío, viento que le aruñaba la piel, y le hacía sentir el dolor de sus heridas no visibles, heridas de su corazón. Maldijo en voz baja los recuerdos que se reproducían en su mente, como flashes; maldijo a los hombres por ser tan adorables al principio e indeseables al final. “No me ha engañado, simplemente no puede ser” se dijo para calmar un poco su dolor. Sus vidas estaban separadas por dos mundos, el bien y el mal. Él era el mal, lleno de llamas rojas, y de risas malévolas; y ella la chica buena, que luchaba por un mundo mejor. ¿Cómo podía ser pareja el bien y el mal? Esto ni en pintura. 4.00 am la hora de levantarse y irse a verse con él, una hora que ya era costumbre, una hora que era una rutina ya para los dos. Ella sin embargo no salió de su habitación, se dejó enamorar por la luna y ahí se quedó, sintiendo como  su corazón se hacía pedazos. Dejándose rendir por dos mundos completamente separados. Pensó que a lo mejor él la fuera a buscar, pero sabía que esto significaba una muerte asegurada para él. Bajó la mirada hasta la altura de sus pies, y sin pensarlo se deshizo del chip que le daba los recuerdo, su cuerpo tenía dos chips, uno que le aportaba toda la sabiduría, y otro en el cuál guardaba los recuerdos, el  chip cayó al suelo, y se rompió en pedazos pequeños, ya no recordaba nada,  ni siquiera del nombre de la esfera redonda que iluminaba aún en el cielo oscuro.

jueves, mayo 05, 2011

Mañanas dulces


Chloé se levantó un poco tambaleando de la cama desecha y con olor a manzana. Manzana que la noche anterior se había camuflado entre pliegues de sábana dobladas después que Charlie la agarrara por la espalda y la hubiera desnudado en un abrir y bajar de pestañas al borde de la cama. Se giró, y ahí estaba él, durmiendo como un ángel, como un pequeño sol. Sintió un poco de nostalgia por dejarlo ahí durmiendo, solo; entre sábanas blancas susurrando una caída libre al pecho de su amado. Pero no lo quería despertar, quería hacer algo antes de ver sus dulces ojos brillar. Salió dando pequeños brincos sobre el suelo frío. El suelo no estaba totalmente desolado, habían unos CD’s tirados por el suelo, algo que le dio rabia al pisar uno de ellos y hacerlo añicos. Un CD’s poco importante a su suerte. El día estaba soleado, pocas nubes y pájaros cantando en lo alto de una montaña. Pájaros que se imaginaba, porque sólo se escuchaban los sonidos de los coches y las voces altas de personas de pisos contiguos. Sacó unas naranjas de la nevera, y se dispuso a exprimirlas. Pensó en que tal vez cuando se casaran necesitarían un exprimidor, porque cada mañana haciendo ejercicio medio dormida no era una buena idea. El sonido de unos pies arrastrándose por el suelo la sobresaltó. Ese olor, ese Buenos días amor, le sonaba como un canto para sus sentidos. Un abrazo inesperado por la espalda, le sacó la primera sonrisa de la mañana.

-          ¡Ya me he acostumbrado a esto amor! – Chloé se giró y le dio un beso en sus labios.
-          Espero que no te canses, porque nos queda toda una vida juntos love. – Charlie la abrazó con fuerza.

miércoles, mayo 04, 2011

¿Tal vez un ángel caído?


Y es que sus ojos azules como el mar le hacían sentir en las nubes. La forma de sus labios carnosos le hacía desear besarla y morderle el labio inferior. Para él era como una diosa, tanto así que le daba miedo hacerle daño. Su piel de blanco porcelana le hacía imaginar a unas muñequitas que de pequeño había visto en el cuarto de su madre, ahí, encima de la mesa de noche. Sus dedos delgados y sus uñas decoradas con pequeñas rosas de color lila con un punto brillante en el medio le daba a entender lo vanidosa que podía llegar a ser. Dulce joven que corría en el bosque queriendo desaparecer del alcance de su vista sólo para que la persiguiera y le diera un regalo, que se convertía en un beso apasionado; sin ningún tipo de atadura, sin ningún tipo de control. Su voz cantaba junto con los pájaros, y sus caderas se movían al compás del viento. Un día mientras lo llamaba al otro lado del río pensó que todo era una imaginación suya, que tal hermosura no podía existir. ¿Tal vez un ángel caído?- pensó. Pero ya estaba demasiado encaprichado, como para renunciar a su amor.

martes, mayo 03, 2011

14 meses ♥!



Las flores en nuestro jardín amor,

Están todas florecidas,
En nuestros corazones siempre es primavera,
Y nuestras sonrisas son de sinceridad.

El mar puede tener fuerza,
Pero nuestro fuerte enlace,
Es capaz de soportar los más grandes tornados,
Y tormentas de arena.

Cada vez sube el número de meses,
Y con esto los días contigo,
Los días en los que hemos sonreído,
Y hemos llorado juntos.

14 meses amor,
El principio de nuestra historia,
Como ya bien sabemos.

Oh amor, ¿Qué me has hecho?,
Estás en cada poro de mi cuerpo,
Eres parte de mí,
Y te amo,
Te amo con todas las fuerzas de mi corazón.

Feliz mes mi vida

domingo, mayo 01, 2011

Frío permanente



Las hojas de los árboles se movían con fuerza, al compás con el viento. Melinda se rozó sus brazos en busca de un poco de calor. Su cabello un poco rojizo estaba totalmente fuera de lugar, no tenían orden alguno, ni dirección determinada. Su respiración era entrecortada, Melinda pensó que era a causa del frío, que a sus pulmones les estaba costando hacer el proceso de respiración. Con un movimiento que rozaba la rutina miró la hora, 8:45 am. Como cada mañana se disponía a ir a la misma cafetería Good monring, un sitio tranquilo en dónde ya la conocían y le tenían preparado su capuchino con doble de crema y una rebanada de pan untada con mermelada de fresa. Hacía ya dos años que estaba en Lakeland, un pueblo tranquilo pero no por ello menos concurrido, en el estado de Florida. Melinda se movía ágil, aunque en ocasiones sintiera como sus pies se estaban quedando helados y un auto reflejo le hacia caminar arrastrando levemente sus pies de talla 39. Faltaban pocos pasos para llegar a la cafetería, que para ella era un refugio que le ofrecía lo que más quería ese momento, calor y no solamente calor para ese frío que la estaba consumiendo, sino calor de hogar. Melinda se sentía sola, y le horrorizaba su futuro y el posible cambio que ya estaba teniendo en su cuerpo. Los problemas en los últimos años habían sido múltiples, y de todo tipo. Jhon aún le hacía travesuras con su mente, el acordarse de él aún le hacía sentir pequeños mareos y unas ganas de llorar. El sabor a sal en sus labios aún lo sentía, un sabor a angustia, a malestar.