viernes, diciembre 30, 2011

Eres mi día a día




Tu risa resuena en la sala mientras yo tecleo en mi portátil, tal vez este sea una especie de diario o una locura sacada de mi día tan agitado pero encantador a tu lado. ¿Te acuerdas el día de la cafetería? Ese día en que me insultaste pensando que era el camarero que te había hecho esperar 45 minutos por un expreso, pues bien ese día me enamoré de tu arruga en la frente. Pues bien, eras encantadora, tu hablabas y yo sólo te veía a ti. Esa expresión tan encantadora y esos labios carnosos que dejaban bailar las palabras que no entendía en tus labios. Tus manos se movían inquietamente por el aire espeso y sin yo entender nada tan sólo dije gracias, en ese momento paraste en seco agarrando tu bolso con las dos manos y soltando una sonrisa burlona “¿Gracias?” – me preguntaste mientras yo volvía a un mundo ajetreado y en ese momento de boca arriba por tu confusión.

  • ¿Gracias por no hacerte echar? – Me pareciste horriblemente exagerada, pero descubrí otra parte encantadora en ti.

Tenías un lunar en el cuello, un lunar que resaltaba tu cuello haciéndolo un poco más sensual. Tu mirada me embriagaba como el Vodka de más alcohol, eras llena de secretos para un hombre con ganas de indagar. Ahora vivimos juntos y no me canso de decirte que te quiero, y te querré porque tú eres esa persona que alumbra mis mañanas y la que le da sentido a mi vida. Y ¿Sabes? Aún quedan muchas cosas de ti por descubrir así que dejame estar más días cómo hoy, para poderte desnudar el alma.







viernes, diciembre 16, 2011

Miedo



No parecías ser tú cuando me dijiste – Nos vamos – Creí que hablabas en broma o simplemente jugabas con mis sentimientos que en ese momento estaban hechos un lío pensando en cómo sobreviviríamos a tal sequía de cerebros. No era que me preocupara que las personas estuvieran cayendo en tal enfermedad que te impedía ver más allá de tus propias narices, siempre había sido así. Lo que más me aterrorizaba era cómo saldríamos vivos de todo esto. Las seguridades de salud habían bloqueado todas las salidas y mataban a cada persona que veían sin importar que estuvieran infectadas o no. Ya había tenido contacto con estas personas, y morían deshidratadas, asesinadas por las autoridades o por falta de alimento. No quería terminar sometida a un cerebro descoordinado, quería seguir viviendo, pero Karlo me decía ahora que nos fuéramos. Mis piernas temblaban como trozos de papel y estaban tan débiles que empecé a llorar del desespero, del no saber qué hacer al cruzar la puerta al infierno, así como le llamaba yo a la puerta que daba a la calle.
-          Estás loco, me llevarás a la muerte – dije con un hilo de voz.
-          Cierra el pico y cógeme de la mano – Y sucesivamente me sujetó con fuerza y salimos corriendo a gran velocidad.

TWITTER

jueves, diciembre 01, 2011

...Quiero...

  Quiero que mis latidos vayan rápido,
Para así hacerte saltar encima de mi pecho.
Quiero besarte por más de una hora,
Y después darte un vaso con agua y azúcar.

Quiero dormir abrazada a ti,
Y que no necesitemos ropa para dormir.
Quiero  ser la última persona con la que hables,
Y a la  que le des el beso de buenos días.

Quiero que estés en mi corazón,
Habitando y latiendo,
Como si fueras una bomba con temporizador,
Pero que éste esté averiado.

Quiero que me abraces cuando tenga frío,
Y me quites la ropa cuando tenga calor.
Quiero que seas tú quién en un futuro,
Me diga “Cásate conmigo”.

Quiero que me llames AMOR,
Y con autorización de dejo decirme bombón.

Quiero que me hagas el amor,
Y me hagas tocar las estrellas del cielo,
Quien quita,
Puede que conozca todas las constelaciones enteras.

Perdóname los ataques de celos repentinos,
O los juegos donde gano yo,
Y apunta de besos quedas rendido en mi cama.


Amémonos cada día como si fuera el único,
Aprovechemos cada día como si no hubiera más,
Y cumplamos cada uno de nuestros sueños,
Pero sin soltarnos en ningún momento nuestras manos.